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3 jul 2010

MIENTE FÉLIX GONZÁLEZ CANTO: SÍ HA ENSUCIADO LA ELECCIÓN


CONSTE!

LA FALSA “NEUTRALIDAD” DE FÉLIX



+ Niega su probada injerencia en el proceso electoral

+ “Seguridad” para ciudadanos… con policías federales

+ Carlos Mario Villanueva Tenorio, la otra imposición



Por CARLOS CANTÓN ZETINA*

carlos_cantonz@hotmail.com



Ayer, este periodista tituló su columna “Elecciones Bajo Terror” y sostuvo que el gobierno del priísta Félix González Canto, pretende reventar los comicios de alcaldes y diputados locales habida cuenta de que su “delfín” Roberto Borge Angulo ya tendría asegurada la victoria. Se dijo aquí que policías estatales y municipales, muchos de los cuales han sido involucrados con el narcotráfico, y un Instituto Electoral (Ieqroo) que está arrodillado ante el mandatario en turno, no garantizan la seguridad de quienes acudan a las urnas mañana domingo.

Seguridad que tiene que ver no sólo con la integridad física, de suyo importante, de los electores quintanarroenses: también con el respeto a su derecho constitucional de votar por quienes ellos deseen.

Pues ayer mismo, en entrevista radiofónica, González Canto intentó desvirtuar esa realidad. Declaró que “habrá garantías y seguridad para que los ciudadanos salgan a votar libremente y con tranquilidad (…) veo con satisfacción condiciones muy favorables de armonía y seguridad para que este domingo la gente pueda participar”.

Sin embargo, esas afirmaciones del gobernador no sólo son tardías sino que carecen de sinceridad y, por lo tanto, son poco convincentes. La mayoría de los quintanarroenses está atemorizada –e indignada-- desde que inició el proceso comicial, debido a la serie de escándalos relacionados con corrupción, “guerra sucia” política y acciones del narcotráfico. ¡Es que ha sido un auténtico cochinero!, como nunca había ocurrido en Quintana Roo, y en gran medida es responsabilidad de la administración que encabeza González Canto, junto con sus comparsas en el PRI, en el instituto electoral y en el Congreso estatales.

Y en su afán de calmar a los ciudadanos, el mandatario estatal aceptó implícitamente que éstos no confían en las policías locales. Eso dejó entrever cuando anunció que hay un acuerdo para que intervenga el gobierno federal, y no sólo el estado y los ayuntamientos, en la protección de los electores. Aceptó además que puede haber conflictos: “En el caso de requerirse que algún operativo que garantice la seguridad en alguna zona del estado, lo haremos inmediatamente de manera conjunta y coordinada (…) Este operativo policiaco va a ser importante para que los ciudadanos estén seguros de que pueden participar libremente, que habrá garantía y que habrá seguridad…”.

¿Basta con ese “rollo” gubernamental para darle certidumbre a los electores?. Todo indica que no.

No sólo hay zozobra e inconformidad por las imposiciones de candidatos que groseramente consumó don Félix, sino también por la fea manera en que eliminó a otros aspirantes, de la oposición obviamente. No sólo por ese desaseo político, sino también por el escandaloso derroche de recursos públicos en apoyo de los abanderados del PRI y sus enanos aliados. Y hay que sumarle otro factor: la imparable y sanguinaria ola delictiva que ha estremecido a Quintana Roo --sobre todo a Cancún-- durante ya dos largos años… por lo menos.

Escasa credibilidad merece también tiene otra expresión que formuló González Canto en dicha entrevista respecto a que ha mantenido “distancia prudente” del proceso electoral “para evitar cualquier situación de conflicto”. El desparpajo llegó a su máximo extremo: “Decidí guardar mi compromiso ético y moral, para que los ciudadanos perciban que su gobernador muestra neutralidad en este tipo de procesos”.

¿”Distancia prudente” y “neutralidad” es haber impuesto a rajatabla a candidatos inexpertos y nada populares como Roberto Borge Angulo --para gobernador-- y Carlos Mario Villanueva Tenorio --para alcalde de Chetumal--, por mencionar sólo a quienes aspiran a las posiciones más relevantes?.

¿O haber contribuido a la eliminación de dos candidatos que estaban arriba en las encuestas ?. Gregorio Sánchez Martínez y Marciano “Chano” Toledo Sánchez, ambos de la oposición, iban encaminados a ganarle al PRI. El primero de ellos habría derrotado ¡al delfín del gobernador para sucederlo!. El segundo habría hecho lo mismo con el filibustero Filiberto Martínez Méndez en la disputa por la alcaldía de Solidaridad (Playa del Carmen); un candidato priísta surgido de la oscura negociación entre González Canto y el diputado federal Carlos Joaquín González, quien exigió ese ayuntamiento y el de Tulum –entre otras posiciones-- a cambio de dejarle vía libre a Borge.

¿O haber puesto todos los recursos del estado a favor de los abanderados del PRI, en primerísimo lugar el delfín, con un costo multimillonario a cargo del erario?.

¿O haber emprendido una costosísima “guerra sucia” --que todavía seguía este sábado-- para descalificar y ofender al perredista Julián Ricalde Magaña, sólo porque es más popular y tiene en la lona a la priísta Guadalupe Novelo Espadas en la lucha por la presidencia municipal de Benito Juárez (Cancún)?.

¡Sin ética moral alguna, Félix metió no sólo la mano, sino todo el cuerpo en estas elecciones!.

Tampoco hay forma de creerle al gobernador que con su proclamada “imparcialidad” pretendía “evitar cualquier situación de conflicto”. Basta ver la gran cantidad de juicios y quejas interpuestos ante las instancias electorales --como nunca en la historia de Quintana Roo-- y la virulenta inconformidad en vastos sectores de la población en Cancún y Playa del Carmen, sobre todo.

Asimismo, nos referimos ayer a la alarmante declaración que hizo el 18 de junio el consejero electoral, Mario Aguilar Laguardia, de que podrían anularse los comicios en Cancún, porque un elevado número de ciudadanos se niega a fungir como funcionarios de casilla. Y mencionamos el sospechoso silencio del Ieqroo, que no ha informado si el problema estaba resuelto. “¿ Acaso es una estrategia deliberada para anticiparse a una abrumadora votación contra el PRI, como se prevé, y entonces ANULAR la elección en Benito Juárez?”, preguntamos en nuestro texto.

Pues ayer viernes 2, a 48 horas de la votación, el PRD acusó que en dos de los cuatro distritos electorales de Benito Juárez falta integrar mesas directivas en 10% de las casillas. “Hay muchas renuncias (de funcionarios), se ha tenido que realizar una tercera insaculación para reclutar a funcionarios”, dijo Antonio Meckler, representante perredista ante el XI Consejo Distrital.

Y a propósito de su falsa “neutralidad” ante la jornada que debió ser democrática, hay que resaltar que uno de los caprichos y actitudes injerencistas del virrey González Canto fue la imposición de Villanueva Tenorio para “gobernar” el siguiente trienio la capital del estado. ¡Qué lamentable!.

Ungido en el nombre del padre, el candidato priísta “de unidad” –no hubo otro a quien dejaran apuntarse-- para la presidencia municipal de Othón P. Blanco carece de experiencia y méritos políticos: sólo ha sido diputado local, y eso por la vía plurinominal. Ni siquiera es de mayoría. Y fue un grisáceo legislador cuyo “logro” más importante fue apoyar la penalización del aborto, lo que le costó los chiflidos del respetable…

Integrante de una de las familias más siniestras pero poderosas del país, Villanueva Tenorio consiguió la candidatura como parte de las negociaciones “en lo oscurito” que hizo González Canto --¡el mismo que se jacta de “neutral”!-- con la influyente corriente “villanuevista” que formó el exgobernador Mario Villanueva Madrid, padre del candidato en Chetumal, encarcelado en Estados Unidos donde una Corte Federal de Nueva York lo acusa de:

1.-Delito de narcotráfico, por facilitar durante los seis años de su mandato (1993-1999) el tránsito a Estados Unidos de más de 200 toneladas de cocaína colombiana. (El Cártel de Juárez le pagaba entre 400.000 y 500.000 dólares por cada cargamento de la droga).

2.- Trece cargos, entre los cuales figura el delito de lavado de dinero producto del narcotráfico que “El Chueco” hizo a través de cuentas con la compañía Lehman Brothers y otros bancos.

De los mismos delitos es acusado Luis Ernesto Villanueva Tenorio, hermano del flamante candidato del PRI a presidente municipal de Chetumal. En 2008 la PGR lo acusó de haber blanqueado más de 4 millones de dólares --también del sanguinario Cártel de Juárez, de los hermanos Carrillo Fuentes-- en transferencias bancarias.

Lo absurdo es que tanto el abanderado tricolor Carlos Mario Villanueva Tenorio como el gobernador González Canto y la dirigente estatal del partido, Cora Amalia Castilla Madrid --¡pariente tenía que ser!-- han criticado severamente al gobierno federal por la extradición del ex gobernador a Estados Unidos y, en el colmo de los colmos, han reiterado que éste es “totalmente inocente”.

Pero no sólo ellos defienden a “El Chueco”: también muchos otros políticos y empresarios que fueron favorecidos en el negro sexenio en el que Villanueva Madrid permitió que la organización criminal del extinto Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, se apoderara de Quintana Roo. Esto ocurrió en 1994.

Más absurdo aún es que una buena parte de la “alta sociedad” sobre todo de Chetumal respalde al delincuente ex gobernador. ¿No les importa que haya contribuido al envenenamiento de miles y miles de niños y adolescentes?. ¿No les importa que Mario Villanueva haya sido el iniciador de la sangrienta batalla de los carteles de la droga que ha provocado cientos de ejecuciones y otros hechos bárbaros?.

Y por otra parte, ¿es creíble que el “hijo pródigo”, Carlos Mario Villanueva Tenorio no estaba enterado del involucramiento de su padre con los capos de la droga, y no fue beneficiado con el dinero sucio?. No sólo ha insistido en la inocencia de su progenitor sino que ha dicho que “está orgulloso” de él, porque la imagen que dejó en Quintana Roo “es muy buena”. ¡Tan buena, que por su culpa el estado es motivo de repudio y escarnio en el extranjero!.

Lo peor es que Villanueva Tenorio ha declarado públicamente que va a “recuperar las propiedades” de su padre, las que el gobierno federal le decomisó. Para eso, y para “recuperar” también algún dinero, va a utilizar el cargo de alcalde.

Habrá que recordarle a los “villanuevistas” que el hoy candidato fue acusado de traidor en el 2003 por Florentino Balam Xiu, líder de la Corriente Crítica del PRI estatal después de que Carlos Mario Villanueva se emberrinchó porque no lo postularon para la diputación local del distrito II y armó un escándalo al presentar recurso de impugnación contra los precandidatos del tricolor Sonia Magali Achach, Enrique Alcocer Rodríguez y Carlos Cardín Pérez, este último actual candidato a legislador.

Que recuerden también los “villanuevistas” que si un aspirante a diputado --en este proceso electoral-- ha sido duramente impugnado por sus propios compañeros de partido, es Villanueva Tenorio. El pasado 8 de abril, más de mil priístas se manifestaron en la sede del tricolor en Chetumal para protestar por la “grosera imposición” (así la calificaron) del hijo del ex gobernador. Y hasta exigieron la renuncia de Cora Amalia Castilla Madrid.

Dos días después, el 10 de abril, Villanueva Tenorio fue registrado como “candidato de unidad”. Prevalecieron los intereses familiares, y el capricho de Félix González Canto…



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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.

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