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14 ene 2011

EL ESCÁNDALO KALIMBA EXHIBE DE NUEVO AL PROCURADOR DE QUINTANA ROO


CANCÚN, Q.R., Sábado 15 de Enero 2011.
CONSTE!
KALIMBA Y LA CORRUPCIÓN

+ Intocables por la justicia, los parientes de Joaquín Hendricks y Rosario Ortiz
+ Empiezan las narco-ejecuciones del 2011: el gobierno, rebasado por el narco
+ Roberto Borge debería designar ya al Procurador y al Secretario de Seguridad

Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com

Nuevas narco-ejecuciones (el año pasado hubo 50), mujeres policías (de la Judicial estatal) acusadas de delinquir, la burla en el caso de la fuga de cinco reos de la cárcel de Cancún y… el escandaloso embrollo provocado por el cantante Kalimba. La cuestión es que Quintana Roo y sus importantes destinos turísticos ven cómo su imagen se deteriora cada vez más en el país y, sobre todo, en el extranjero.
El problema de fondo es que el gobierno ha sido rebasado por el crimen organizado y por el no organizado, como el de los artistas que han incurrido en delitos. Lo peor es que dentro y fuera del estado se percibe impunidad. Más grave aún es que no se quiere admitir esa delicada situación.
La procuración de justicia ha sido el talón de Aquiles del mandatario priista Félix González Canto, y lo más saludable es que relevara al fallido “Procurador de las Estrellas”, Francisco Alor Quezada, y al también ineficiente secretario de Seguridad Pública, Miguel Ángel Ramos Real, y permitiera que su virtual sucesor, Roberto Borge Angulo, designe de una vez a su gente --imposible que no la tenga ya-- para ocupar esos cargos, y algunos otros.
¿Para qué esperar dos meses y medio más?, ¿para qué llegar hasta abril (fecha de la toma de posesión), si Borge ya podría --y debería—colocar a los nuevos titulares en esas álgidas dependencias y, sobre la marcha, iniciar su necesarísima reestructuración porque ese es el clamor del pueblo?. Una verdadera “limpia”, sin contemplaciones de ninguna índole, se requiere en tales áreas.
No es hora de negar que tanto la Procuraduría como la SSP estatal permanecen infiltradas por el crimen organizado. Y sus titulares, “manchados” y desgastados.
¡Ya basta!, reclama la ciudadanía, ante la imparable ola delictiva generada ya no sólo por los carteles de la droga sino incluso por personajes de la farándula y la política.
¡Ya basta!, decimos nosotros, de que se proclame una falsa “tranquilidad” en Quintana Roo y de la cantaleta de que “estamos mejor” --en materia de inseguridad pública-- que los estados del norte de la República.
Ciertamente, hay un crudo enfrentamiento de los ‘capos’ del narcotráfico por apoderarse de la plaza, pero también es evidente el nexo que muchos elementos policiacos tienen con grupos criminales.
Al amanecer del lunes 10 aparecieron los dos primeros ejecutados del año, en Cancún. Uno de los cuerpos tenía un amenazante narco-mensaje de los temibles “Zetas”. Al siguiente día, en el mismo municipio benitojuarense, y en vísperas de la llegada del presidente Felipe Calderón, ocurrió el hallazgo de tres barriles con restos humanos. En el colmo de la corrupción policiaca, el jueves 13 fueron detenidas tres mujeres policías en activo, acusadas de estar involucradas en la doble ejecución, igual que un ex elemento de Seguridad Pública.
Y mientras que la presunta violación cometida por Kalimba contra una muchachita menor de edad --¿o fueron dos?-- en el hotel Grand Marlon de Chetumal, ha originado una polémica internacional, el “Procurador de las Estrellas” y acusado de sostener vínculos con el narcotráfico mantiene una odiosa parsimonia. Sospechosa lentitud para castigar a los culpables, porque no sólo es el intérprete de “Tocando fondo” y “No me quiero enamorar”.
Con justa razón presionado por los periodistas para que informe cabal y rápidamente del asunto, Alor Quezada dijo con harta desfachatez –este jueves pasado--: “Denme chance, porque tenemos otros asuntos”.
¡Lo malo es que el funcionario no resuelve ni ese ni los demás asuntos, que son muchos y que en conjunto le asestan una pésima fama a Quintana Roo!.
No hay confianza ciudadana en Alor, después del rosario de desatinos y de “chicanas” --véase el caso de Ana Bárbara-- en que ha incurrido.
Y no puede haber confianza, si la presunta violación ocurrió el 19 de diciembre --¡hace casi un mes!-- y el señor procurador se la ha pasado con su estribillo de “ya merito” se hace justicia.
No puede haberla, si el cuestionado funcionario transgredió leyes al divulgar los nombres completos de las jovencitas con las que supuestamente Kalimba tuvo relaciones sexuales, como lo denunció Enrique Mora Castillo, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo.
El ombudsman se quejó de que hay una “doble victimización” de las menores de edad y pidió a la procuraduría y a los jueves que realicen un trabajo “técnico y profesional” del caso Kalimba. Acusó: “Se ha politizado este asunto”. E insistió en que las autoridades deben actuar “apegadas a la ley y proteger en todo momento a las víctimas, sobre todo cuando se trata de menores de edad que fueron agredidas sexualmente (…) Los datos personales están protegidos por la ley, es un derecho que tiene la víctima de que se guarde su nombre, para evitar ser señalada”.
“Politizado” el caso, dice Mora Castillo. Y así parece, sobre todo ante la misteriosa –e indebida-- negativa de Alor Quezada a llamar a cuentas a Javier Regalado Hendricks, sobrino del nefasto ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz, y a Oscar Iván González Escobar, hijastro de la diputada federal priista Rosario Ortiz Yeladaqui.
Javier es propietario de la discoteca “Buda Bar” --en Chetumal--, donde Kalimba presentó su “show” el 19 de diciembre. Contra él y el administrador del antro, Justo Ruiz, la procuraduría debería fincar responsabilidad penal por corrupción de menores, permitir la entrada de las muchachitas y utilizarlas como edecanes en la presentación del artista.
Respecto al manager Oscar Iván, formó parte del staff del cantante que presuntamente contrató a las chicas y las llevó a la suite donde ocurrió la violación.
Ninguno de los dos ha sido requerido por la PGJE.
Hay gente que opina que también hay responsabilidad de los padres de las menores, porque permitieron o no se enteraron siquiera de los “eventos” a los que asistían sus hijas. Pero esa es una consideración moral, no penal.
En el ámbito judicial ¡puras fallas!. Quintana Roo vuelve a ser considerado por propios y extraños como el paraíso de la impunidad.
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
http://carloscantonzetinadice.blogspot.com
http://laverdadseimpone.blogspot.com
Twitter: @cantonzetina