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15 abr 2011

¡VIENE MÁS CORRUPCIÓN EN CANCÚN!: EDUARDO ORTIZ JASSO, EN EL EQUIPO DE JULIÁN RICALDE MAGAÑA





CANCÚN, Q.R., Viernes 15 Abril de 2011.

CONSTE!
PILLOS CON JULIÁN

+ Ricalde Magaña sigue de tramposo: en su gabinete hay indeseables
+ Eduardo Ortiz Jasso, una historia de corrupción en el Implan
+ Eduardo Galaviz y sus transas con el pulpo camionero…y los 8 proyectos

CARLOS CANTÓN ZETINA*
(Comentarios: carlos_cantonz@hotmail.com

“¡Cómo engaña y con maña Magaña!”, han dicho muchos ciudadanos después de que en esta columna revelamos que el nuevo alcalde de Benito Juárez (Cancún) “rasuró” el curriculum de su secretario de Seguridad Pública, el licenciado en administración de empresas Armando Álvarez Morales, para ocultar el hecho de que en Veracruz fue contralor interno y es acusado de solapar irregularidades del gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
Y el perredista Julián Ricalde Magaña --el que dijo: “Mi amigo Borge”-- sigue con su condenable actitud de esconder la verdad:
Su recién iniciada administración del perredista ya tiene un tufo a corrupción, si se observa la integración de su gabinetazo. El alcalde “pinta” como émulo de Juan Ignacio “El Chacho” García Zalvidea y Gregorio Sánchez Martínez, los peores ediles en la historia y de quienes fue colaborador estelar.
El hedor, la sospecha de que meses malos vienen para los habitantes de Benito Juárez, no son gratuitos:
Personajes como Eduardo Ortiz Jasso y Eduardo Galaviz Ibarra tienen oscuros antecedentes, son hábiles --sobre todo el primero-- para hacer negocios ilícitos, y las preguntas obligadas son: ¿Por eso los incluyó el alcalde en su equipo de primer nivel?. ¿Cómo creer en su promesa de que no tolerará deshonestidades y que elegiría a los personajes más honrados?. ¿Quién confía en su palabrería demagógica: “no solaparé a quienes tomen un peso del erario público en su beneficio ni a quienes por negligencia o dolo sigan dañando a nuestra sociedad”?.
En lo que sí tiene razón es que “nuestro municipio no aguanta más”…
Ortiz Jasso es el nuevo director del importante Instituto Municipal de Planeación (Implan)… pero debería estar en la cárcel. Ocupó el mismo cargo con el hoy presidiario Greg y, en la gestión de éste, tuvo como compañero de equipo y componendas a Ricalde Magaña, quien ocupó dos secretarías: Obras y Servicios Públicos, y Desarrollo Social y en las que le llovieron denuncias por presuntos actos de corrupción.
Cuando ocupó el primero de esos puestos, de diciembre de 2008 a noviembre de 2009, la Auditoría Superior del Estado (ASE) le detectó un fraude por más de 120 millones de pesos. Se hallaron facturas apócrifas que tenían firmas y sellos de la Dirección de Recursos Materiales dependiente de Julián. Todo públicamente documentado.
Ortiz Jasso no sólo fue titular del Implan con Greg sino anteriormente con otro nefasto presidente municipal: Francisco Alor Quezada. Por eso --¡pobre ciudadanía!-- es “garantía” de que continuarán el tráfico de influencias, el famoso “diezmo” --comisión exigida a desarrolladores y constructores--, las edificaciones en zonas no permitidas, los grandes negocios al amparo del poder y… el desgarriate urbano de siempre.
El 11 de marzo de 2009, ante el cúmulo de acusaciones en su contra, Ortiz Jasso fue bochornosamente destituido por Sánchez Martínez. Lo único que no hizo fue planear y cumplir con su función. No hubo trabajo del IMPLAN en casi tres años. No concretó ningún proyecto ni programa, a pesar de que su función era cuidar y asignar las áreas de equipamiento en la ciudad y para beneficiar a la comunidad con mercados, escuelas, parques, espacios deportivos e iglesias.
Lo que sí hizo fue amasar una gran fortuna, producto de “cochupos”. (En 2010, su amiga Latifa lo rescató y lo convirtió en su “asesor en materia de movilidad”).
Después de vivir en una modesta vivienda en la región 504, vino su súbito e ilícito enriquecimiento en las gestiones de Alor pero principalmente de Greg, donde las transas con terrenos y permisos dejaron una multimillonaria ganancia indebida. Ortiz Jasso se hizo de varias propiedades, como dos departamentos de lujo en la Supermanzana 17, Lote 16 (calle Contoy), en la torre Palma del Mar. Se trata de los números 101-C y 301-C, con valor de más de un millón 200 mil pesos cada uno. De uno de ellos, este periodista tiene copias de las escrituras a su nombre. También habría adquirido otro más costoso, en el exclusivo condominio Novo Cancún, donde los precios son de hasta 10 millones de pesos.
Entre el 23 y el 24 de abril de 2008, cuando el alcalde era Greg, el diario Novedades de Quintana Roo publicó una serie de reportajes y entrevistas acerca de las corruptelas, deficiencias y omisiones en que incurrió el titular del IMPLAN, de quien se afirma que era su “socio” en los jugosos negocios en detrimento de ordenación urbana del municipio.
Bajo el título “Ortiz Jasso planeó, pero para su beneficio personal”, el periódico asegura el 23 de abril de justamente hace tres años: “Además de dinero pretende poder. Mediante modificaciones al Reglamento Interno del Implan, el funcionario busca erigirse como máxima autoridad local en Cancún a través de una Junta de Gobierno, con injerencia en el municipio de Isla Mujeres. El Implan fue creado durante el gobierno de Magaly Achach de Ayuso (1999-2002) como un órgano de consulta, asistencia y apoyo de las autoridades municipales”. Es una dependencia descentralizada pero sujeta a fiscalización, ya que maneja cuantiosos recursos del erario público. Además, su titular tiene facultades para gestionar donaciones y partidas estatales y federales.
En otro artículo, Novedades tilda a Ortiz Jasso de estar “enfermo de poder y dinero”. Dice: “no sólo se olvidó de atender los problemas que afectan a los habitantes de Benito Juárez, sino que tuvo el descaro de orquestar iniciativas que le dieran poder para absorber funciones que sólo competen al gobierno municipal”.
En un reportaje más, titulado “Protegen corrupción de Ortiz Jasso”, el diario establece que la tolerancia de Greg “ha provocado que Eduardo Ortiz Jasso se siga burlando de los benitojuarenses y enriquciéndose a costa del erario; nadie lo investiga a pesar de las denuncias públicas en su contra”. Y revela el “modus operandi” del titular del Implan:
“Cuando una desarrolladora presenta un estudio de impacto urbano, Ortiz Jasso lo detiene por meses o simplemente lo archiva sin revisarlo. Posteriormente argumenta que ese diagnóstico no funciona, por lo que exige se realice nuevamente. ‘Sugiere’ o ‘recomienda’ a dos empresas para que realicen los estudios de impacto urbano a precios sumamente elevados pero con la garantía de que serán aceptados por el Implan, a pesar de no contar con todos los requisitos, como el impacto vial. De esta manera, Ortiz Jasso realiza el negocio redondo ya que recibe una partida ‘jugosa’ de las compañías que él mismo recomienda (…) Diversos desarrolladores se han convertido en sus rehenes”.
Un artículo más de Novedades afirma que el problema vial es otro de tantos fracasos de Ortiz Jasso. “Ha sido incapaz de proponer planes para resolver la saturación de la red primaria y secundaria del municipio, atenuar el déficit de espacios públicos para aparcar automóviles y optimizar los servicios de transporte urbano (…) Es deficiente el servicio de transporte urbano”.
También lo acusa de sus ausencias prolongadas, de sus viajes por el país, con cargo al erario. Pretextaba que iba a congresos o cursos, pero era mentira.
La propia ex alcaldesa Magaly Achach denunció en su momento que no existía una verdadera coordinación en los programas del Implan; “no ha llevado las cosas como se deben, tiene una mala administración, no beneficia a la sociedad”.
Respecto a Eduardo Galaviz Ibarra, designado por Julián Ricalde al frente de la Secretaría General, el segundo puesto en importancia del ayuntamiento, acaba de concluir su gestión como regidor (empezó con el corrupto Greg). Ya ocupó ese cargo en la caótica administración de Juan Ignacio “El Chacho” García Zalvidea, donde fue jefe de Julián Ricalde Magaña.
En marzo pasado, trascendió que el ayuntamiento presidido todavía por el perredista Jaime Hernández Zaragoza –junto con sus aliados en el Cabildo-- buscaba aprobar al vapor el cambio de uso de suelo en 8 proyectos, 6 de ellos en la Zona Hotelera de Cancún, cuando faltaban sólo unas semanas para que terminaran su gestión. Galaviz fue señalado de recibir una cuantiosa suma de dinero a cambio de avalar la ilegal decisión, además de que sería beneficiada la imprenta de su propiedad.
Colérico y majadero, el regidor negó que fuese a recibir 70 mil pesos e incluso calificó de “pendejo” a Hernández Zaragoza y de “pobre güey” al entonces Secretario de la comuna, Tomás Contreras. La medida fue abortada por el momento --hay que esperar lo que haga Julián-- pero permanece la sombra de la sospecha.
El periodista Juan Veledíaz, de la revista Luces del Siglo, reveló el 13 de marzo que Galaviz y “sus compañeros de pillerías políticas” Latifa Muza Simón, Víctor Viveros y Concepción Colín Antúnez “fueron los orquestadores de una operación que, de concretarse, se convertiría en un ‘pastel’ con el que se despedirían…”. Sostuvo que el “gran atraco” empezó a fraguarse desde abril del 2010 cuando Latifa asumió como interina la alcaldía. “Se encontraron de pronto sentados sobre una infinita mina de oro. Todos con antecedentes de corrupción desde la administración del defenestrado Juan Ignacio García Zalvidea (2002-2005) y amplios conocedores de las entrañas financieras del Ayuntamiento, no perdieron tiempo en darle vuelo a sus apetitos personales”.
Y el 13 de septiembre del año pasado, el diario Respuesta dio a conocer una lista de regidores que, en beneficio de transportistas y en perjuicio de la ciudadanía, “recibieron de la dupla Noya-Carrillo la cantidad de 800 mil pesos como pago a la protección del pulpo camionero”. ¿Quiénes figuraban en esa relación?. Nada menos que los panistas Galaviz Ibarra y Patricia Sánchez, y --¡otra vez!-- Muza Simón, Viveros y Colín Antúnez, y algunos concejales más.
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EL BURRO HABLA DE OREJAS.- El alcalde Julián Ricalde armó un escándalo con su declaración de que es exagerado el sueldo de los regidores, y mencionó a Víctor Viveros, quien supuestamente cobraba 250 mil pesos al mes. Hubo una dura respuesta del concejal: miente Ricalde, ¡que me lo compruebe!.
El alcalde dice que recortará salarios y personal. Pero es la misma promesa que hizo Greg, y que no cumplió. Además, Ricalde “olvida” que en enero de 2009, cuando era colaborador de Sánchez Martínez, se hizo pública la abultadísima nómina del ayuntamiento, y el hoy presidente municipal “honesto” cobraba ¡50 mil 615 pesos a la quincena como director de Obras Públicas!.
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
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Twitter: @cantonzetina