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14 may 2011

LA NUEVA PIFIA DEL GENERAL CARLOS BIBIANO VILLA: "EL PIOLÍN" NO ESTÁ MUERTO


CANCÚN, Q.R., Sábado 14 de Mayo 2011.

CONSTE!
BORGE NO PUEDE

+ Desgarriate gubernamental por el motín en Cancún
+ Mentiras del general Villa confunden a la ciudadanía
+ “El Piolín” no está muerto… y el alcaide se “enfermó”

Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com

…Y el general Villa sigue dándole dolores de cabeza a su padrino Roberto Borge Angulo.
“¿Qué pasó en la cárcel de Cancún?”, intitulamos nuestra columna del jueves pasado. Pues resulta que lo que ocurrió es un auténtico desbarajuste… por parte de las autoridades. Es condenable la falta de coordinación entre la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Procuraduría General de Justicia (PGJE) estatales. Más aberrante es que una y otra le hayan mentido a la ciudadanía, acerca de lo que realmente sucedió durante el motín del miércoles 11.
En una colosal pifia incurrieron los titulares de esas dependencias, Carlos Bibiano Villa Castillo y Gaspar Armando García Torres. Porque ahora resulta que no fue “El Piolín” el reo asesinado, sino “El Caguamo”. Y no fue a balazos, sino a cuchilladas. Además, son 24 los lesionados, y no 4 como originalmente pregonó el militar.
Así, más que la rebelión de reclusos indeseables, a la sociedad de Quintana Roo debe preocuparle los erróneos nombramientos del gobernador priista Borge Angulo en materia penitenciaria, de seguridad pública y de procuración de justicia.
Ya lo advertimos en este espacio periodístico: el mandatario estatal se equivocó al designar al matazetas duranguense al frente de la SPP. Erró también al colocar a personajes inexpertos en la Procuraduría General de Justicia (PGJE).
Los hechos demuestran --rápida y contundentemente-- el desatino de Borge de llevar a cabo una atropellada y mal planeada militarización de prisiones y corporaciones policiacas.
A ello se agrega la opacidad gubernamental en cuanto a la información oportuna y veraz que debe proporcionar acerca de asuntos delicados como la sublevación de reclusos.
El repentino relevo, ayer viernes 13, del capitán segundo de Infantería Higinio Sánchez Baltazar, como director del penal de Cancún que --hay que insistir en aclararlo-- depende del gobierno del estado desde septiembre de 2009, es una muestra más del fracaso de la precipitada imitación en Quintana Roo del “Modelo Coahuila”, que aplicó el ex gobernador Humberto Moreira Valdez --ahora líder nacional del PRI— a sugerencia de la “generalísima” Isabel Arvide Limón y que resultó un fiasco. (La imposición de militares al frente de las policías estatales y municipales, y en prisiones, no resolvió sino agravó la ola delictiva).
Ahora falta saber si la caída del alcaide significa también un tácito reconocimiento del gobernador de que es inadecuada su estrategia de dejarle todo el “paquete” de la seguridad, incluso en las cárceles, al general Villa y a su runfla de bravucones militares que trajo de Torreón, Coahuila, encabezados por la periodista tabasqueña Arvide Limón quien --según don Bibiano-- “tiene más experiencia que muchos generales” del Ejército mexicano.
Hoy reiteramos lo que escribimos el jueves: se percibe una aparente falta de voluntad de Borge Angulo para acabar con el “autogobierno” y la feroz disputa entre bandas del narcotráfico que ya duran varios años. Aún más, se observa incapacidad...
Funcionarios clave incurrieron en confusiones y mentiras a partir de los hechos violentos y sangrientos consumados en el presidio cancunense entre el viernes 6 y el miércoles 11 que causaron cuatro muertes y múltiples lesionados.
Tanto Villa Castillo como el subprocurador general de Justicia, Juan Ignacio Hernández Mora, le mintieron y confundieron a los quintanarroenses, porque ahora resulta que el famoso “Piolín” no está muerto. ¡Vaya, ni siquiera es correcto el nombre que le atribuyeron al “resucitado” reo!.
Ambos funcionarios faltaron a la verdad, también, cuando minimizaron el número de lesionados. Villa llegó a decir que sólo eran ¡cuatro!.
Pero la cadena de falsedades continúa: la salida del capitán Sánchez Baltazar, quien fue subordinado de don Bibiano en la policía de Torreón, fue disfrazada de una súbita “enfermedad”. A través de un escueto boletín de prensa (¿no ameritaba el caso una declaración personal del gobernador o del titular de la SSP?), se informó que de manera provisional y por una presunta “complicación de salud”, el director de la cárcel dejaba el cargo que asumió apenas hace un mes. “Fue trasladado de urgencia al Hospital Militar en la ciudad de México”, añadió el comunicado.
No hay más detalles. Se le oculta la información a los quintanarroenses en un asunto que les atañe --y les afecta-- directamente.
La noticia buena es que un civil, el licenciado Ignacio Moreno Mejía, director general de Prevención y Readaptación Social, queda como responsable de la conflictiva cárcel benitojuarense. Y las noticias malas: Borge no anuncia la necesaria reubicación del penal pero sí ordena el traslado de peligrosos reclusos a prisiones más chicas e inseguras como las de Chetumal, Playa del Carmen y Cozumel. Simples parches que no curan y ni siquiera alivian la enfermedad.
El jueves 12, un día después del amotinamiento, el procurador García Torres desmintió al mujeriego general Villa y a su propio subordinado, Hernández Mora. El ex ombudsman del estado negó que el recluso fallecido sea Oscar Melchor Dzul Cortés y mucho menos que fuera “El Piolín”, quien además responde a otro nombre: Eliobet Ramos Lara. Dijo que el asesinado es Luis Alberto Alvarado Domínguez, “El Caguamo”, de 19 años de edad. Y no fue victimado de un balazo, sino con un arma punzocortante, añadió. Además, los heridos fueron 24, seis fueron trasladados al Hospital General de Cancún; tres con lesiones de arma de fuego, y los otros con arma blanca.
Ramos Lara es, en consecuencia, quien estuvo involucrado en el triple asesinato perpetrado en una celda de la misma cárcel el pasado viernes 6.
Luego del desmentido del procurador, vino una andanada de pretendidas justificaciones por parte del general Villa… ¡a través de Twitter!. Desde su cuenta (@gralbvilla), el viejo militar dijo: “En los motines siempre hay confusiones generadas por los mismos internos. En un principio, la información apuntaba al Piolín”. Y en otro mensajito afirmó: “La PGJE es la institución encargada de investigar e informar sobre lo sucedido”.
O sea: Villa culpa a los reclusos de su lengualarga. Y si considera que la Procuraduría estatal es quien debe informar, ¿por qué se precipitó él a dar un reporte que no estaba confirmado?. No hay otra respuesta: fue producto de su excesivo protagonismo, de su locuacidad.
Aún más: el vocero de la SPP, Gerardo Campos López, también le entró a los “twittazos”… y a las mentiras. A través de su cuenta (@SPP_QuintanaRoo) se apresuró a justificar a su jefe y señaló: “El general Villa Castillo dijo que ‘probablemente era el Piolín’ pues durante el motín los reos lo señalaron así”.
Para desventura del “olvidadizo” lacayo Campos López, está grabada la declaración que hizo su patrón en la conferencia de prensa que ofreció el mismo día del motín.
Textualmente declaró: “Tenemos un muerto y de una vez les voy a decir quién es para que sepan, se llama El Piolín… ya debía mucho, ya había participado en muchas cosas, y tuvo que ver con los tres fallecidos en Cancún y se puede decir que fue un ajuste de cuentas, no sabemos si era Zeta o Pelón, pero fue testigo presencial de las tres muertes”.
El general nunca dijo que “probablemente era El Piolín”, sino que categóricamente lo dio como un hecho.
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VILLA CONTRA DERECHOS HUMANOS.- Reiteradamente acusado de violar las garantías individuales durante su desempeño como jefe policiaco en Torreón, el general Carlos Bibiano Villa Castillo ordenó cerrar las puertas de la prisión de Cancún a la Comisión de Derechos Humanos del estado. Tirso Esquivel Ávila, segundo Visitador, declaró que esta dependencia dictó dos medidas cautelares por el motín “pero en la cárcel se negaron a recibir el documento y tampoco nos han permitido ingresar”. Aseguró que el jueves, 16 personas solicitaron la intervención de la CDHQR, preocupados por la seguridad de sus familiares reclusos que estaban siendo maltratados aún cuando el motín ya había sido controlado, así como vejaciones a mujeres que habían entrado al área conyugal y la presencia de niños.
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
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Twitter: @cantonzetina